Descripción
En la Grecia antigua, Deméter pasó de ser una diosa central asociada con las fuerzas que rigen el mundo a una deidad menor subordinada a otros dioses. Los mitos evolucionaban y reflejaban los cambios en la sociedad griega, donde la vida en la polis se consolidaba y el patriarcado se hacía cada vez más férreo. Sin embargo, a pesar de los cambios sociales que se iban produciendo, las mujeres griegas siguieron celebrando sus festividades y realizando sacrificios en honor de la diosa. Además, los ritos iniciáticos de Eleusis, cruciales en la vida de los iniciados y que estaban dedicados a Deméter y a su hija Perséfone, continuaron celebrándose durante dos mil años en una cueva sagrada a unos pocos kilómetros de Atenas. El susurro de las diosas se seguía escuchando.