Charla-debate con Corsino Vela en el ZAPateneo con la excusa de la publicación de su último libro «En la línea de quiebra» (Traficantes de sueños, 2024) con dos ejes principales:
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¿Hacia un cambio de mentalidad?
Una indagación en la mentalidad del capitalismo declinante
Hasta ahora, la crítica política se ha planteado en términos ideológicos, es decir, en el plano de las diferentes ideas o interpretaciones de la reproducción humana de acuerdo con un ideal de justicia social, equidad, etc. Esa fue la línea crítica seguida por el movimiento obrero industrial en todas sus expresiones, reformistas o revolucionarias, que se hallaban inscritas en el marco conceptual productivista de la relación social del capital de aquel entonces (dominación formal). Aparente, formalmente, el problema se reducía a la apropiación de los medios de producción por los trabajadores y a una justa redistribución del trabajo y de su producto.
Sin embargo, la crisis general del modo de reproducción capitalista en la que estamos inmersos y cuyas manifestaciones abarcan todos los aspectos concernientes a la reproducción de la vida humana y del planeta, tanto en su dimensión económica, como social, ecológica, cultural, psicológica, es indicativa de que nos encontramos en una tesitura histórica de transformación radical de aquella problemática. Esta no se resuelve simplemente en un cambio ideológico, sino que se refiere a un cambio de la mentalidad que rige la relación del ser humano con el mundo.
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Bases para una conversión transformadora de la industria militar.
Actualmente, más de cincuenta conflictos armados jalonan la geografía mundial. La guerra ha estado presente en el desarrollo de las diferentes civilizaciones clasistas, pero eso no significa que sea una fatalidad de la condición humana, que es la abstracción que sirve de coartada para justificar la ideología belicista. Los actuales hallazgos de la antropología cultural dan pruebas suficientes de que la existencia humana no tiene por qué estar ligada necesariamente a la guerra. Por eso, de lo que aquí se trata es de la guerra y, más concretamente, de la producción militar que sostiene la guerra; algo que nos concierne directamente porque en el modelo capitalista adquiere unas connotaciones específicas dentro de la actividad económica general. De hecho, la guerra expone las contradicciones del modo de reproducción social capitalista en la medida en que, si bien es un acicate para la expansión del aparto industrial, de los mercados y para el acceso a nuevos recursos materiales, también comporta actividad que va en detrimento de la producción destinada a la satisfacción de las necesidades sociales. La disyuntiva “cañones o mantequilla” recoge bien esa contradicción que en la economía del capitalismo en crisis consiste en que una masa creciente del fondo presupuestario del Estado, recogido vía impuestos, vaya destinada a la industria de guerra y a la política securitaria, en general, en detrimento del gasto público destinado a la producción de bienes y servicios de asistencia social. Ahí radica la explicación de los recortes asistenciales que tienen como objetivo intentar frenar la tendencia al aumento del déficit presupuestario en la administración pública y la deuda soberana de los estados capitalistas.
Con todo, la guerra, el hecho mismo de la destrucción de personas y bienes materiales, hay que entenderla como un dinamizador de la economía en la sociedad industrial capitalista que adquiere mayor protagonismo en las situaciones de crisis.ZAPateneon.
2025eko otsailaren 25ean, asteartean. 19:00etan