Descripción
Las vísperas de la primavera bereber de 2001 comenzó una de las más radicales revueltas del nuevo milenio tras el asesinato alevoso de un joven estudiante en el interior de una gendarmería. El imparable levantamiento que generó este hecho consiguió extenderse a todos los rincones del estado argelino, con un especial arraigo en la Cabilia. La radicalidad de esta revuelta, y por tanto su ejemplaridad, no encontraba su porqué tanto en la contudencia de sus protestas como en sus articulación en aarchs o consejos de aldea y barrio, una estructura asamblearia que perduraba en el tejido social argelino que fué retomada y remozada durante el levantamiento. Tras las primeras explosiones de rabia, las exigencias de los reimplantados aarchs de disolución de los cuerpos represivos equivalían en la práctica a la propia disolución de un Estado que articulaba la gobernabilidad sobre férreas prácticas punitivas.
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