Descripción
Araka no es sólo aquel lugar de pesadilla donde miles de jóvenes fueron obligados a hacer la mili, es también una crónica de casi medio siglo de demostración de poder fáctico militar. A principios de 1964 el entonces denominado Ramo de Guerra decidió hacerse con esos más de 7 millones de metros cuadrados de terreno, arrebatándoselos –vía expropiación forzosa– a sus legítimas dueñas: las poblaciones vitoriana y alavesa. En este libro, a través de un recorrido cronológico por la documentación de los Archivos de Ayuntamiento y Diputación, vamos a contemplar que, gracias a la sumisión servil que las autoridades civiles le brindaron, el Ejército hizo un negocio redondo: vendió los terrenos que ocupaba en Desamparadas –cedidos gratuitamente en su día por el Ayuntamiento– y expropió 700 hectáreas para hacerse una Base Militar; obteniendo con todo ello, además, 11 millones de beneficio. Las paganas fueron las poblaciones vitoriana y alavesa cuyas instituciones, entre ambas operaciones, regalaron a los militares –incluso ilegalmente– 30 millones de pesetas de la época. El destino de Araka sin militares no puede ser más que su devolución gratuita a esas poblaciones. Aprendamos de las lecciones que nos aporta nuestra Historia y no repitamos vergonzantes comportamientos de sumisión a los militares. Este trabajo pretende colaborar en esa tarea. El colectivo Gasteizkoak nos presenta el libro Araka y desamparadas un trabajo de investigación que profundiza sobre la expropiación en los años 60 de 7 millones de metros cuadrados de terreno en Araca por parte del Ejército. El colectivo antimilitarista Gasteizkoak ha sido el que ha recuperado esa documentación y ha reunido el fruto de sus pesquisas en un libro que acaba de publicar: «Araka y Desamparadas, expolios militares». Se trata de una obra colectiva con la que pretenden informar a la sociedad alavesa de estos hechos, para que no vuelvan a repetirse. Y para que los representantes políticos de Araba y Gasteiz «no vuelvan a mostrar ese servilismo» ante los militares que llevó a esta doble operación inmobiliaria. Porque, por encima de todo, Gasteizkoak quiere a los militares «fuera de Araka, y fuera de la faz de la tierra», para lo que, advierte, la población gasteiztarra y alavesa «no se vende y no deja que se rían de ellos a la cara»