Descripción
Las vacunaciones masivas son presentadas como uno de los logros más importantes de la medicina preventiva. Esta idea ha calado profundamente entre la población contribuyendo a la génesis del llamado “mito vacunal”, es decir, la creencia de que las epidemias han desaparecido o han sido controladas gracias a las vacunas de que éstas apenas tienen efectos adversos.
Una aproximación rigurosa a la evolución epidemiológica de la mayoría de enfermedades pone de manifiesto que mucho antes de la generalización de los programas de vacunación, la morbi-mortalidad había disminuido drásticamente gracias a los cambios en las condiciones de vida. Al mismo tiempo, los efectos adversos posvacunales han sido y son negados o silenciados. ¿Es posible creer que la administración masiva de estructuras víricas y bacterianas junto a conservantes como el mercurio y adyuvantes como el aluminio no va a tener efectos biológicos? Existen suficientes indicios que hacen pensar que las vacunaciones pueden estar en la base del incremento de enfermedades como el asma, los síndromes autistas, las diabetes juveniles…