Descripción
La China, la URSS, los países del Este y el planeta Marte, no son países comunistas. Se trata simplemente de capitalismo de gestión estatal, en el que la policía y el dinero continúan haciendo estragos.
El comunismo significa abolición de la propiedad, que no quiere decir que haya existido una general desposesión. Los bienes serán utilizados individual o colectivamente según su naturaleza. La seguridad y la independencia de cada uno estará incluso mejor asegurada que hoy.
El comunismo es ante todo una transformación radical de la actividad humana. Las separaciones que compartimentan nuestra vida se funden. Sin embargo no hay que creer que desaparecerá todo esfuerzo ni que la automatización integral sea el remedio a los males de la humanidad. Los hombres no se moverán ya por la expectativa de un salario, sino por sus propios deseos, por obtener un placer o por sentirse útiles. La pasión será el motor de la acción.