Tindaya:el poder contra el mito

5,40

Jesus Giráldez
2010071300013 – libreando / Baladre / Zambra – 2007 – 80 páginas /orri.

31 disponibles

Descripción

 

 

 

 

Este texto fue editado inicialmente en el año 2005 bajo las leyes del copyright en un libro que resulta imprescindible para entender el paradigma del engaño y las falacias arqueológicas de las estructuras ideológicas de poder en las islas por Artemisa Ediciones, titulado I-dentidad Canaria (Los Antiguos). Ahora el texto es recogido bajo una Licencia Creative Commons tipo Reconocimiento – No Comercial – Sin Obra Derivada 3.0 al que se le ha añadido un epílogo del mismo autor que actualiza el texto hasta nuestros días, una presentación de José Manuel Hernández y un prólogo de Víctor Martín.

 

En un lugar como Canarias que cuenta con el título de región ultraperiférica creado a la medida de la burguesía especuladora canaria para enriquecerse a base de destruir nuestro territorio el caso de la Montaña de Tindaya en Fuerteventura cuenta por ser uno de los mayores despropósitos, y hay muchos, del Archipiélago Canario. No es casualidad que la sede del poder financiero chicharrero de CajaCanarias, que ha financiado por vía crediticia otro gran pelotazo en la playa de Las Teresitas, esté recubierta de piedra extraída de esta montaña probablemente de una manera no muy regular. Las palabras de Jesús Giráldez en este ensayo son un instrumento esclarecedor para comprender las diferentes instrumentalizaciones de la montaña mítica por parte del poder que ansía el tesoro de piedra ubicado en su interior. En la página 45 podemos leer un extracto del informe minero de la composición de la montaña realizado en 1995 por la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno Canario y que cosifica el Monumento Natural de Tindaya para hacerlo comprensible al lenguaje del capital. Dice así: «Se trata de material de naturaleza traquítica a cuarzotraquítica, cuyo análisis petrológico muestran una composición básica de feldespato alcalino idimorfo en formas alistonadas isométricas o prismáticas, con tendencia a presentar agrupamientos de cristales de mayor tamaño. En menor proporción se presentan otros materiales micáceos, férricos y de manganeso. Asimismo se presenta el cuarzo en forma de relleno interticial». Tras este informe vino el proyecto de Chillida para hacer una escultura monumental.

El autor, con el máximo de los respetos que le merece la memoria del artista mientras estaba vivo y ahora ya muerto, esboza la trama diseñada para legitimar el tremendo pelotazo de la pseudo obra de arte que implica el vaciado de su interior y que será un deterioro irreversible a este lugar que fue un lugar sagrado para los majos, da cuenta detallada de los grabados podomorfos que están en su falta, y es un bello monumento natural en sí mismo. Es triste leer los insultos que Chillida, estilo perreta infantil, dedicó a los que llama falsos ecologistas, que en el fondo no tienen otro delito sino defender su tierra de las manos de la especulación y la voracidad del capital. Al mismo tiempo, y en contraste con estas declaraciones, en el ensayo destacan otras declaraciones de personalidades como Pepe Dámaso, Adrián Alemán o José Díaz Cuyás y que se resumen en el concepto desnaturalizar el espacio de esta montaña para hacer un escenario propicio al monocultivo del turismo.

La tierra canaria está herida de muerte en muchos de sus rincones. Para las personas que creemos que nuestra tierra debe ser defendida de la especulación sobre todas las cosas, tenemos un referente muy importante en el texto de Jesús Giráldez, pues es un ejemplo de la dignidad del pueblo, que es capaz de aportar soluciones más justas y democráticas, más inteligentes también, que sus políticos y gobernantes que se supone que cobran para ello. Por eso que Libreando Ediciones se estrene con este texto, es un lujo para todos los canarios de bien que quieran informarse de lo qué está pasando realmente en estas islas de gobernantes bananeros. Por eso, desde este lugar, estaremos atentos a nuevos proyectos que esta editorial está planeando para el futuro para darles el oportuno eco.

Santi Peña. «