Descripción
Soledad Brother es una recopilación de cartas escritas durante los diez años que George Jackson estuvo en prisión. Tiernas y despiadadas, estas páginas nos hablan del sistema penitenciario y judicial estadounidense; del racismo y la precariedad que sufre la comunidad afroamericana; de la escuela como institución colonizadora, de la neoesclavitud que padecen sus hermanos históricamente despreciados por el «sueño americano».
La vida de George Jackson es una vida de resistencia. Durante el tiempo que duró su cautiverio, y hasta el día antes de su asesinato en el patio de la cárcel, Jackson no paró de leer y de tomar conciencia de la opresión. Se dedicó a la autoformación como forma de reapropiación cultural, hasta convertirse en una de las voces más signicativas y revolucionarias del Black Panther Party.
Esta correspondencia entre rejas se compone de abundante correo cruzado con familiares y amigos, abogadas y compañeras de militancia. Resulta de especial interés la relación epistolar que mantiene con Angela Davis, que nos permite conocer tanto la evolución y contradicciones de su pensamiento como su propuesta política. La calidad literaria que reejan sus escritos convierte esta obra en una rara avis a caballo entre el relato carcelario y el género epistolar.
A veces pienso que este mundo
es un gran patio de prisión.
Algunos de nosotros somos prisioneros,
el resto somos guardias.
Bob Dylan, George Jackson (1971)
George Lester Jackson (Chicago,1941 – San Quintín,1971) Activista negro y miembro del Black Panther Party. Con dieciocho años es acusado de robar setenta dólares en un atraco a una gasolinera en Los Ángeles. Aconsejado por su abogado, se declara culpable y es condenado a prisión indenida. Ya en régimen de aislamiento, será acusado falsamente de asesinar a un guardia blanco de la prisión de Soledad, junto con Fleeta Drumgo y John Clutchette. Los Soledad Brothers se convertirán en un símbolo, pero la gran repercusión de su caso no evitará su asesinato a balazos junto con cinco presos más, desde una de las torres de vigilancia de la prisión de San Quintín. Poco antes, escribía en recuerdo de su hermano Jonathan, acribillado en 1970, durante un intento de asalto a los juzgados de Marin: «Fue libre por un instante. Supongo que eso es más de lo que la mayoría de nosotros podemos esperar».