Descripción
Faber reconstruye con su perspicacia habitual cómo el bienintencionado deseo de mejorar la imagen de España suele acabar contaminado por el nacionalismo excluyente, generándose un clima de intolerancia hacia todo aquel que se atreva a presentar una visión crítica o discordante del relato dominante, incluidos los hispanistas que, como él mismo, escapan del molde en el que se les quiere reducir, el de observadores externos que estudian con cariño la historia y la cultura españolas. Los ejemplos que pone son desoladores, pero no dejan de tener un punto cómico, casi berlanguiano.
El nacionalismo español excluyente que se ha extendido durante la última década tiene manifestaciones muy extremas y minoritarias (reflejadas en Vox, en autores como María Elvira Roca Barea, en los seguidores de Gustavo Bueno), pero en versiones algo más diluidas ha penetrado muy profundamente en la sociedad española, como Sebastiaan Faber se encarga de demostrar en este libro.
Un análisis sobre cómo el bienintencionado deseo de mejorar la imagen de España suele acabar contaminado por el nacionalismo excluyente, generándose un clima de intolerancia hacia todo aquel que se atreva a presentar una visión crítica o discordante del relato dominante.
Prólogo de Ignacio Sánchez-Cuenca