Descripción
“La crítica de la ideología fue un elemento fundamental de la teoría revolucionaria; la denuncia, desde la perspectiva de los explotados, de la visión del mundo de la clase explotadora que presentaba como natural, inevitable y conveniente para “La Humanidad” lo que no era más que su propio proyecto de dominación y explotación. Pero desde entonces la cosa se ha complicado bastante, ya que “la clase de la conciencia”, que era al mismo tiempo la principal fuerza colectiva y el sujeto de la revolución posible, fue derrotada como tal y transformadas decisivamente las condiciones materiales de las que surgía. El modo de producción, al desarrollar el Capital nuevas fuerzas productivas y estrategias de dominación y alcanzar un dominio del mundo y de la vida que le permite presentar materialmente sus opciones como las únicas posibles, es decir, como lo necesario, lo racional y lo real.
El Capital tiene hoy en día capacidad para recuperar en su beneficio casi cualquier perspectiva crítica: lo que no le mata le fortalece. Como dueño absoluto de sus posibilidades de realización, todo le pertenece. Los individuos aislados en la sociedad de masas, totalmente privados de intervenir por si mismos en la construcción social de la realidad, no la experimentan, son usados por ella. No realizan ni ponen en práctica lo que piensan, y a penas tienen oportunidad de pensar, y mucho menos de decidir, sobre lo que viven y hacen. No son en modo alguno sujetos, sino que se encuentran a merced del poder de un ente objetivo, el capital totalitario, que vive sus vidas en lugar de ellos mismos. Tienen una existencia ideológica, alienada, falsa.
Para quienes no quieren olvidar los proyectos y perspectivas de la revolución proletaria, la cuestión de la ideología continua siendo crucial: el problema de la verdad y del acceso a la realidad , de la relación entre la teoría y la práctica, entre lo que se desea, se quiere y se piensa y lo que se hace y se vive. Si se ha de renaudar alguna vez la acción revolucionaria, esa “actividad practico-crítica”, no será con la guía de ninguna teoría parcial, proveniente del pasado o de no se sabe qué alturas intelectuales, separada de la experiencia, del juicio y de la creatividad de quienes han de actuar. El texto de este folleto analiza y desenmascara, contrastando sus pretensiones con la práctica correspondiente, diferentes ejemplos de manipulación ideológica: El parasitismo burocrático “anarquista”, la actividad recuperadora de ciertas prostitutas culturales, la recuperación consumada de la crítica parcial ecologista, la “ideología revolucionaria” al servicio de la contrarrevolución.”