La gran conspiración contra Rusia

18,00

Michael Sayers & Albert E. Kahn
2013091600019 – Templando el acero – 2013 – 369 páginas /orri.

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Descripción

 

 

La crisis de 1930, el ascenso del nazi fascismo y la Guerra Civil en España generaron en la intelectualidad occidental un polo de escritores, periodistas, músicos y artistas de todas las disciplinas que, a contramano de su origen de clase, abrazaron la causa del progreso y la democracia, convirtiéndose en la voz del antifascismo en Europa y América. En este grupo podemos ubicar a los autores de La gran conspiración contra Rusia: Michael Sayers y Albert E. Kahn.

 

El auge de este tipo de obras se dio en ese breve período de tiempo en que la burguesía de Inglaterra y EEUU tenía que explicar por qué habían hecho una alianza con el “sanguinario comunismo”. Sobre todo, cuando ese “sanguinario comunismo” se cubría de gloria como la principal fuerza en la lucha contra la barbarie nazi fascista, que se revelaba al mundo con toda crudeza.
Luego de décadas de tergiversaciones y mentiras falaces contra la URSS (que bien ejemplifican las enormes campañas periodísticas del magnate W. Hearts), tenían que desmitificar a la URSS y borrar los prejuicios que habían inoculado contra el país de los soviets. Para lograr esto, tuvieron que permitir la verdad. Así, por primera vez desde la revolución de Octubre, las usinas de la prensa burguesa difundieron obras como La gran conspiración contra Rusia.
El hombre quizás más consciente de esta necesidad fue el ex embajador norteamericano en la URSS: Joseph E. Davies, que con su obra Misión en Moscú -luego llevada al cine- abrió una brecha para que la verdadera URSS fuera conocida en el mundo capitalista, al amparo de un Roosevelt obligado al “new deal” por la crisis económica y un Winston Churchill consciente de que el camino de los acuerdos de Munich había conducido al Reino Unido a la catástrofe.
Esta combinación de escritores, periodistas y artistas antifascistas, surgidos de las entrañas mismas de la burguesía, junto a las necesidades tácticas del imperialismo anglosajón, nos permiten hoy recuperar un documentado libro como La gran conspiración contra Rusia que, como los relatos de Hewlett Johnson – Deán de la Catedral de Canterbury – son inobjetables fuentes para abordar el estudio de la historia de la URSS, todavía hoy objeto de tergiversaciones y falacias de las más ruines.