Descripción
Desde tiempos remotos las gentes de cada barrio tenían su propia industria, respetada por todos los otros. Nunca un barrio pretendió competir con la industria de otro. Un barrio hacía ollas y cazuelas, otro hacía sombreros, el tercero hacía canastas y petates, y el último hacía sarapes de lana y cotones. Nadie fabricaba su propio sombrero, era costumbre invariable que todos los adquirieran del barrio que tenía el antiguo privilegio de hacer sombreros. Asimismo, mujer alguna usaba ollas o cazuelas que no hubieran sido hechas por el barrio que tenía el derecho de hacerlas para el pueblo entero, y esto ocurría no obstante que todo indio es capaz de hacer su propio sombrero, de amasar, dar forma y cocer el barro de sus trastos, y de cardar y tejer la lana de sus cobijas…