Descripción
«¿Conservarían por mucho tiempo los esquimales la gran cantidad de términos de que disponen para referirse a los distintos estados de la nieve, o los que tienen los cabileños para diferenciar cada grado de maduración de los higos, si fueran trasladados de repente, los primeros a la Cabilia y los segundos a Groenlandia?», se pregunta Jaime Semprun, quien al emplear el término orwelliano de «neolengua» alude a su sentido original, una reorganización lingüística radical: «la extensión que doy al término neolengua, que empleo para designar la lengua que nace hoy espontáneamente del suelo convulsionado de la sociedad moderna, corresponde a la que han alcanzado en nuestras vidas las exigencias del «medio industrial» y de sus tecnologías».
Semprun explica que a la transformación radical y universal de la vida por las nuevas tecnologías corresponde necesariamente una lengua universal y enteramente original. A la normalización tecnocientífica y la igualación de la experiencia le sigue una depuración de la lengua que se ve descargada de la tarea de «expresar sentimientos que ya no experimentamos y nociones que ya no concebimos». La neolengua se constituye entonces en la «lengua natural de un mundo cada día más artificial».
Jaime Semprun (1947 – 2010), pensador y escritor francés dedicado desde Mayo del 68 a la crítica social, su preocupación fue hasta el último momento evitar las sendas trilladas y los lugares comunes, y reanudar una y otra vez, pese a los errores y las deficiencias de cada momento, el empeño de transformar radicalmente esta sociedad. Prueba de ello fue su labor en la revista Encyclopédie des Nuisances (1983-1992), que renovó el desértico panorama de la crítica radical en los años ochenta, pero que tanto ha tardado en conocerse entre nosotros. La renuncia al legado más rígido de los situacionistas, salvando alguno de sus rasgos más saludables, dio paso a un cuestionamiento más hondo del impulso autodestructivo de la sociedad industrial. Esta crítica alcanzaría la madurez con el nacimiento de las Éditions de lEncylopédie des Nuisances, que han seguido hasta hoy redescubriendo los ancestros de esta oposición a la artificialización (Chuang-tse, William Morris, Bernard Charbonneau) y poniendo en evidencia las grietas de la supuesta radicalidad contemporánea. El mismo Semprun aportaría a la editorial algunas obras excelentes: los Diálogos sobre la culminación de los tiempos modernos, El abismo se repuebla, Apología por la insurreción argelina, o Catastrofismo, administración del desastre y sumisión sostenible. En la actualidad, la editorial Pepitas de Calabaza prepara la publicación de una antología con sus textos más relevantes.