Descripción
La veterana autora de obras como «Todo negro no igual», «El color de la sospecha», «Zorrotza gure auzoa/Zorroza nuestro barrio» ,»Lenguas y comunicación en la emigración», «Un rosal de flores chiquititas», «Era más la miseria que el miedo» y un largo etcétera, regresa ahora con una temática poco conocida y acerca de la cual apenas bibliografía: el chabolismo, la vida en casetas y barracas.
En La Línea, ciudad vecina a Gibraltar, decenas de miles de personas vivieron en pequeñas barracas de madera, chapa y cartón construidas sobre la arena. La huella de la vida en estas viviendas persiste en la memoria de sus habitantes y en los patios y callejuelas de la ciudad. Trece mujeres y siete hombres nacidos entre 1921 y 1959 nos explican cómo sobrevivieron en este espacio transfronterizo donde la pobreza sostiene a la riqueza, con qué construyeron sus casas, cómo compaginaban su trabajo con la crianza, cómo se arreglaban para cocinar, para conseguir el agua y para eliminar los desechos. Frente a la criminalización impuesta a esta olvidada ciudad, sus relatos reconstruyen una historia que denuncia y dignifica.