Descripción
El pacifismo oculta y tergiversa la historia, utilizando
símbolos que emboban y encuentran a sus becerros/as seguidores, plantea una linealidad ficticia en los sucesos, que raya con lo establecido. El movimiento pacifista junto a la prensa burguesa, el Estado y sus instituciones han alentado y apoyado cualquier tipo de manifestación de carácter no-violenta, así mismo, construye e invita a actuar a
ciudadanos/as como agentes de control, tal como unos viles policías, resguardando la propiedad privada y reprimiendo a individuos/as que huyen de su lógica autoritaria y de dominación, vomitando el mismo discurso de falsos críticos, que se han encargado de demonizar la violencia, monopolizarla y condenar acciones de subversivos/as que anhelan la destrucción del poder y el orden establecido.