Descripción
¿La caridad puede combatir la pobreza alimentaria, y a la vez reducir el desperdicio de alimentos? La fundación Banco de Alimentos así lo cree y lo promueve. Para demostrarlo nos anima a «seguir la comida» que distribuye y contemplar cómo termina en el usuario de sus servicios: personas que padecen pobreza alimentaria.
El presente libro, en cambio, propone «seguir el dinero» con el que se adquieren los productos que reparte el Banco de Alimentos. Una perspectiva distinta que nos descubre su simbiótica relación con la gran industria agroalimentaria: su principal beneficiario.