Descripción
Utilizando el tranvía como «Caballo de Troya», Rafa Arnal ha novelado los años de la república, la incivil guerra de España y la tristeza de la posguerra a partir de la memoria oral de su entorno más próximo, mayoritariamente libertario, pasándolo todo, eso sí, por el cedazo de las hemerotecas, libros y archivos.
Las personas son como son -nos viene a decir- y reaccionan como pueden y saben ante las sacudidas que les da el tranvía de la vida… sus ilusiones, sus delirios, sus locuras, sus debilidades, sus miserias, sus gestas, sus cobardías, y de trasfondo, el amor, ese brutal sentimiento que puede con todo.
Rafael Arnal (Tavernes Blanques 1948). Escritor, librero y editor. Nieto de un tranviario-labrador de la huerta de Valencia, de un panadero-labrador de secano que estuvo en la guerra de Cuba, e hijo de un libertario «trentista» afiliado a la CNT que estuvo en la guerra de España (las mujeres trabajaron como ellos o más, y además sacaban adelante a la familia) es el resultado genético de una mezcla imposible entre el humedal salobre y marinero de lHorta de Valencia y la sequía extrema de la Serra Calderona.
El destino, o ves a saber que, le hizo pasar en los años sesenta por «Lo Rat Penat» cuando una parte de aquella vieja sociedad era una especie de «refugio» para algunos valencianistas resistentes al franquismo. A partir de aquí, el activismo político y la lucha contra la dictadura cambiaron el curso de su vida. Desde la prensa clandestina y el panfleto, a su actual actividad como editor, ha hecho de todo en el mundo de la comunicación y la letra impresa: El Poble Valencià, Dos y Dos, Marginados, Avuí, Diario de Valencia, Noticias, Papers, La Guia de Valencia, Las Provincias, El Periódic de lHorta, El Punt, Ateneaglam… «Quaderns del retruny»(1982); «Puta miseria (1986) y «Amb la cua encesa» (1990) escritos a cuatro manos con Joan Dolç, y los libros colectivos, «Tres en Línia» (2003), «Nosaltres Exvalencians» (2005)…
«Puta Miseria» llevada al cine por Ventura Pons, le abrió la puerta del guionaje televisivo, pero eso ya son higos de otro cesto.