Descripción
La espada de Damocles que la historiografía del franquismo ha tenido con el nazismo ha desdibujado una maquinaria represiva que va mostrando su dimensión a medida que aparecen testimonios y estudios corroborativos. Al franquismo no le faltó el asesoramiento de los nazis, que colaboraron con la victoria franquista en la guerra. Y después de la misma, Franco siguió colaborando con la Alemania de Hitler. Y no solo fueron campos de concentración. El franquismo se dotó de una red de trabajadores esclavos, de una mano de obra barata, en colaboración con grandes empresas del país, que sacaron adelante obra pública a coste cero.
Esa gran trata de esclavos fue vivida de primera mano por César Broto. Esos batallones de trabajadores bajo un sistema de dominación y represión no solo sirvieron para reconstruir zonas del país sino para humillar a los que habían sido derrotados. Este libro de César Broto Villegas viene a narrar lo expuesto desde las vivencias de un militante anarquista que, a pesar de todas las adversidades, siempre tuvo la valentía de mirar hacia adelante por sus ideales y sobrevivir a la larga noche de la dictadura que asoló nuestro país.
César Broto Villegas. A los 11 años empezó a trabajar en Lleida y se afilió a la Sociedad de Impresores, tapadera de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en los años de clandestinidad con Primo de Rivera. Durante los años siguientes, militaría activamente en el anarcosindicalismo: secretario de la CNT leridana, fundador del periódico Acracia, cocreador del Ateneo Libertario, secretario de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) de Lleida (1933-1936), secretario provincial de la CNT desde 1936, secretario de los Grupos de Defensa, etc. En 1936 se enroló en la Columna Durruti. Acabada la guerra, fue condenado a 15 años de prisión. Allí colaboró en la falsificación y tráfico de documentos para ayudar a compañeros. Liberado después de cuatro años, participó en la lucha clandestina, ocupando diferentes cargos. En 1945 fue secretario de la CNT catalana y posteriormente elegido secretario general de la CNT, detenido y transferido a Alcalá de Henares. En 1947 es condenado a 30 años, pasando por las cárceles de Alcalá, Ocaña, Dueso, Yeserías y San Miguel de los Reyes. Tras varios intentos de fuga, fue liberado en 1962. Nuevamente detenido en 1966, sufre varios días de interrogatorios y finalmente se exilia a Francia. En 1980 volvió a la península y en los 90 se instala en La Pobla del Duc (Vall d’Albaida, Valencia). Colaboró en El Chico, es autor de una autobiografía, a cargo de Miguel Ángel Bergés, La Lleida anarquista: memorias de un militante de la CNT durante la República, la guerra civil y el franquismo (2006). Dejó inédito el libro La gran trata de esclavos que ahora publicamos.