Descripción
Concebir el presente como precario requiere de una mirada crítica que vuelva a dotar de carácter histórico el aquí y el ahora como parte de un ciclo histórico más amplio. En la lógica misma de este ciclo, la precariedad no juega un papel accidental o transitorio, sino que termina por imponerse como un horizonte de época (todavía) difícilmente traspasable. Referirnos a nuestro presente como precario no responde a un ejercicio metafórico ni tampoco representa una lamentación pseudo-vitalista. Con el concepto de precariedad señalamos una condición social y geográficamente determinada que se plasma, de manera visible ( a veces obscenamente), en una multitud de coyunturas laborales, educativas, sanitarias, migratorias, habitacionales y salariales, pero también psicológicas, afectivas y simbólicas.