Descripción
Un riguroso análisis historiográfico sobre la cuestión de los orígenes humanos, que pretende un doble objetivo: por un lado, comprobar hasta qué punto los mitos sobre el origen de la humanidad, tanto los de signo creacionista como los evolucionistas, han desempeñado un papel fundamental en la formación y persistencia de la identidad y del modelo femenino en la cultura occidental. Por otro, contrastar la hipótesis según la cual, cuando en este tipo de discursos se habla del origen de la humanidad, se habla del «hombre» y se hace referencia exclusivamente a los varones. En los textos analizados se comprueba una serie de constantes: el uso del pasado para justificar el presente, la atribución a la naturaleza de todo aquello que se pretende considerar inamovible y la utilización de un lenguaje claramente discriminatorio para la mujer, en el que se establece la «natural» inferioridad física y psíquica de las mujeres frente a los hombres.